L.Q.Q.D.M

Sobre "Lo que queda de mí" sólo puedo decir que es lo que va pasando por mi intrincada mente, un tanto loca de vez en cuando...
La mayoría de entradas obviamente son mías, el resto canciones o algo que me haya marcado de alguna forma.
Gracias por pasar unos minutos perdiendo el tiempo por estos delirios, espero que os guste y tanto si es así como si no, comentad por favor.
Besos.
*Rusa*

sábado, 29 de diciembre de 2012

Despedida 2012

Quiero despedir el año con buenas sensaciones y recuerdos del ultimo mes...

La primera, fue una llamada inesperada, de alguien inesperado y en un momento inesperado. Esta llamada fue de una vieja y gran amiga, con la que no hablaba desde hacía meses, cuando volvía una fría noche de la Universidad. He de decir que me alegró enormemente oir su voz. Esa con la que hablaba cada día, la que me contaba sus confidencias, sus inquietudes, sus locuras. Esa voz que me daba soluciones, ánimo, y a veces regañinas. Esa amiga que siempre estuvo ahí, hasta que un giro en el destino hizo que nuestras vidas tomaran caminos muy distintos. Aunque en parte siempre está conmigo. ¿Qué por qué no hablamos más? Ojalá lo supiera... ¿Orgullo? ¿Pereza? ¿Indiferencia? O igual es que ya no hay nada de qué hablar...
Te echo de menos pequeña. Pasamos tantas cosas, tantos años, tantos desafíos... Sé que nada es como antes, y que posiblemente no volverá a serlo, pero pase lo que pase, sabes que te quiero.

La segunda fue una sonrisa  tan dulce y sincera que dejó huella en mi interior. Era la Fiesta de Navidad en mi lugar de prácticas de la universidad cuando me pidieron que vigilara que un niño no entrara en la cocina. Él no estaba tan pendiente de los Reyes Magos ni de los regalos como los demás, se sentaba en el suelo a la entrada de la cocina y allí jugaba solo. Decidí levantarle para que disfrutara con los niños de la fiesta, pero constantemente volvía a sentarse en el suelo. Viendo que no me hacía caso, empecé a hacerle cosquillas, y se rió de una forma tan encantadora que no tardé más de 10 segundos en coger un enorme cariño a ese pequeño del suelo. Cuando paré con el juego, se abrazó a mi cuello, y saltando, se abrazó a mi para no soltarme en buena parte del día. Puede parecer algo simple, pero hacerle reír me pareció lo más bonito que había hecho en un tiempo. Y su abrazó me trasmitió tanto cariño… que estoy deseando que acaben las vacaciones para volver a verle.

La tercera ocurrió al volver de un largo y horrible día de estudio. Llevaba más de 12 horas fuera de casa, estaba cansada y de mal humor, con ganas de llorar, maldecir el mundo y dormir hasta que pasasen uno o dos meses mínimo. Tras un atasco enorme, por fin llegué a casa, sin la menor alegría, con un humor como el día lluvioso que me acompañaba. Entonces, me recibió como siempre mi pequeña perrita, siempre alegre de verme, siempre con ganas de jugar. Le di una pequeña caricia, fui directa a mi cuarto y, cómo no, ella me siguió con su juguete en la boca para que le dedicase unos minutos de mi tiempo. Qué menos cuando ella me ha esperado todo el día aguardando mi regreso. Pues ese simple gesto bastó para borrar mi mal humor de un plumazo y hacerme sonreír. Y hablando de perros, otra experiencia maravillosa fue acoger un cachorrito de la perrera. Sólo estuvo en casa el fin de semana, pero en ese tiempo me enamoré. Con su cuerpo rechoncho, su rabillo de cerdo, su carita de no haber roto un plato, su forma de seguirme y dormirse en los brazos… Si tuviese tiempo y dinero, ahora seríamos más en la familia. Lo bueno de todo esto es que Lenon ya tiene un hogar donde le quieren y le cuidan como se merece.
La cuarta, es, como no, el apoyo incondicional de los amigos, su comprensión, la buena compañía, la no necesidad de dar explicaciones... La amistad.
Y con lo último que me quedo de este año, es el amor inacabable y mágico que siento. Cerca de los tres años, hago balance y sólo puedo darte las gracias por todos los buenos momentos que me haces pasar, los buenos recuerdos que dejan huella, los besos que se tatúan en mi piel, los te quieros que hacen eco en mis oídos… Te quiero Jose. ♥





miércoles, 26 de diciembre de 2012

Por Navidad...

No compres una mascota. ADOPTA


No compres ese perro

No seas imbécil. Ni desaprensivo. No hagas posible que dentro de unos meses algunos te mentemos a la madre al cruzarnos con el resultado de tu indiferencia y tu estupidez. Piénsalo mucho antes de dar el paso irreversible; de complicarte una vida que luego pretenderás solucionar por el camino más fácil. Aún puedes evitarlo. Impedir que te despreciemos, e incluso despreciarte a ti mismo cuando te mires en el espejo. Ya sé, de todas formas, que el autodesprecio es relativo. Tarde o temprano, hasta con las mayores atrocidades en la mochila, siempre nos las apañamos para ingeniar coartadas, justificaciones. Conozco a pocos que, hagan lo que hagan -desde faenas elementales hasta cargarse al prójimo-, no acaben durmiendo a pierna suelta tras unos pocos ejercicios de terapia personal. Aun así, permite que te lo explique antes de que ocurra, primero, y después se te olvide. Resumiendo: intenta no convertirte, innecesariamente, en un hijo de la gran puta.

Sé que tus niños quieren un perro. Que les hace una ilusión enorme y te dan la matraca desde hace mucho. Que tu hija, por ejemplo, te hace babear cuando te abraza y pide una mascota. O que te acabas de separar de tu legítima, y crees que regalándole al crío un animal, y paseando con él los fines de semana, podrás recuperar el terreno perdido, o no perderlo en el futuro. Hay mil razones, supongo. Un montón de circunstancias por las que has pensado comprar un perro estos días, para tus hijos. O para tu mujer. Tal vez para ti mismo. Un perro en casa, por Navidad.

Déjame contarte, porque de eso sé algo. He tenido cinco perros, así que calcula. Y no hay nada en el mundo como ellos. No hay compañía más silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos, sus lengüetazos y su trufa próxima y húmeda. Nada tan asombroso como la extrema perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancolía y la soledad que su compañía fiel, la seguridad de que moriría por ti, sacrificándose por una caricia o una palabra. He dicho muchas veces que ningún ser humano vale lo que un buen perro. Cuando uno de nosotros muere, no se pierde gran cosa. La vida me dio esa certeza. Pero cuando desaparece un perro noble y valiente, el mundo se torna más oscuro. Más triste y más sucio.

Es muy posible, naturalmente, que aciertes. Que, tras pensarlo bien, tomes la decisión y asumas las consecuencias con feliz resultado. Que comprar un perro para tus hijos, para tu mujer o para ti sea un acierto. Que su compañía cambie vuestra vida para bien. Que os haga más conscientes de ciertas cosas. A menudo, un perro acaba haciéndote mejor persona. Te hace sentir cosas que antes no sentías. Sin embargo, no siempre es así. Un perro en el lugar inadecuado puede volverse un drama. Una incomodidad para ti y los tuyos. Y una tragedia para él.

Permíteme imaginar lo que podría ocurrir. Que vayas a la tienda, elijas a un perrito delicioso, y eso te valga gritos de alegría y besos familiares. No hay nada tan simpático como un cachorrillo. Al principio todo serán incidentes graciosos y situaciones tiernas. Luego, si vives en piso pequeño o lugar inadecuado, las cosas pueden ser diferentes. Un perro exige cuidados, gastos, paseos, limpieza, comida. No aparece y desaparece cuando conviene. Es un miembro de la familia con derechos y necesidades, que exige pensar en él cuando se planean vacaciones, e incluso una simple salida al cine o a un restaurante. A eso añádele la educación. Un perro mal educado puede convertirse en una pesadilla familiar y social. Además, cada uno, como las personas, tiene su carácter. Punto de vista y maneras. Eso exige un respeto que no todos los humanos somos capaces de comprender.

A estas alturas, sabes dónde voy a parar. Si eres de esa materia miserable de la que estamos hechos buena parte de los seres humanos, acabarás abandonándolo. Un viaje en coche a un campo lejano, una gasolinera, una cuneta. Abrir la puerta para que baje y seguir tu camino, acelerando sin atender los ladridos del chucho que correrá tras el automóvil hasta quedar exhausto, desorientado, incapaz de comprender que su mundo acaba de romperse para siempre. El resto no hace falta que lo detalle, pues lo sabes de sobra: él nunca lo haría, y todo eso. Los niños preguntando dónde está el perrito, papi, y tú oyendo aún esos ladridos que dejabas atrás. Avergonzado de ti mismo, o tal vez no. Ya dije antes que un rasgo del perfecto hijo de puta es arreglárselas para que sus actos acaben por no avergonzarlo en absoluto. Así que voy a pedirte un favor. Por ti, por mí, por tus hijos. Antes de ir a la tienda de mascotas esta Navidad, mírate al espejo. Y si no te convence lo que ves, mejor les compras un peluche.


domingo, 18 de noviembre de 2012

domingo, 11 de noviembre de 2012

Diálogos sordos. Parte 1


Luci: Calma hermanos, empezaré por presentarme. Mi nombre es Luci, y como ya sabéis, vengo de visita. Pero empezaré por el principio:
Mi madre era una gran cazadora que se enamoró de Lord, un perro salvaje que su única preocupación era recorrer el mundo, y tras lo obvio, nacimos mis hermanos y yo. Fui adoptada por Ignacio, un adorable anciano que me llevó a su casa. Hasta aquí todo parece ir bien, ¿no? Pues sí, él me alimentaba, jugaba conmigo, me enseñaba y me daba cobijo. En mi corta vida sólo había conocido el lado bueno de las cosas, pero aún me quedaba mucho por aprender. Me cuidó hasta que sus fuerzas la fallaron y abandonó este mundo. Sus hijos no querían o no podían ocuparse de mí, así que acabé en la calle. Al principio me quedaba rondando mi casa, por si alguien me veía y me abría la puerta, pero fueron pasando los días y no tenía ni un hueso viejo que llevarme a la boca. Con el hambre atado a las entrañas y con las fuerzas desvaneciéndose, decidí que era hora de marcharse del que había sido mi hogar. Debo aclarar que apenas tenía un año cuando esto sucedió.
Pues bien, seguí mi camino como pude, por carreteras secundarias hasta llegar a una granja donde un buen hombre me vio y me echó unos huesos, que devoré al instante. Me quedé allí un par de días más, pero tuve que reanudar mi marcha cuando una verrugosa mujer salió tras de mí con una escoba gritando “¡Largo perro sarnoso!”. Cada día estaba más débil, más triste y con más ganas de abandonarme. Pero seguí andando. Y andando. Y cayéndome en la carretera. Y viendo cómo la gente pasaba a mi lado y desviaban la mirada. Un día no me pude levantar, estaba demasiado cansada, y la oscuridad nublaba mi mente. Cedí. No sé cuánto tiempo estuve así, pero el olor a carne me despertó. A mi lado había un par de huesos aún con carne fresca que me comí como pude. Me dieron fuerza suficiente para llegar a otro pueblo, pero me desvanecí al poco de entrar. Otra vez la oscuridad. Y otra vez me desperté, pero esta vez por el dolor insoportable de las piedras cayendo sobre mis costillas.
Sí hermanos, nunca había sentido tanto dolor. El hambre, el frío, las heridas… Y yo sólo deseaba volver  con Ignacio… Me levanté como pude y corrí lo más lejos posible de esos indeseables, con la buena suerte de caer cerca de una casa a las afueras, a la vista de unos niños que jugaban. Me vieron y todo lo deprisa que le permitían sus cortas patas, me trajeron agua y comida, de perro. ¡Oh, cuanto echaba de menos una caricia, un buen gesto! Me pude quedar en sus tierras unas semanas, y prácticamente me recuperé con el cuidado de esos pequeños granujillas. No conocí el calor de su hogar, pero sí el de su cariño. Hasta que mi paz se perturbó de nuevo. Aparecieron los canallas de las piedras, pero esta vez no se conformaron con tirarme alguna piedra, me persiguieron hasta el bosque, donde pude esconderme a pesar del rastro de sangre que dejaba tras de mí.


Allí hice acopio de las fuerzas recuperadas y del instinto cazador de mi madre, y así conseguí sobrevivir. Decidí no volver al pueblo, lo que me provocó gran tristeza, pues echaba de menos a mis pequeños humanos. Una noche, mientras volvía  a mi escondrijo, vi que algo me acechaba y me dispuse a saltar sobre él, no estaba dispuesta a soportar más dolor. En el momento que iba a caer, algo me agarró del cuello y caí bruscamente contra el suelo. Más tarde supe que era Cronos, otro perro que había buscado refugio lejos de las personas. Compartimos refugio unas semanas, hasta que un día no volvió, y no supe más de él. Volvía a estar sola.

martes, 23 de octubre de 2012

Eres mi sueño


Soñemos, soñemos juntos, soñemos siempre, soñemos despiertos, soñemos con no despertarnos si no es en los brazos del otro, soñemos con soñarnos...

Pero soñemos siempre juntos, soñemos los mismos sueños, las mismas pesadillas para luego soñar con reconfortarnos, para seguir soñándonos juntos, para soñar que nos seguimos amando en sueños, para soñar que miro en tus ojos todas las constelaciones que existen, soñemos que no hay dificultades si soñamos juntos, soñemos que la vida está a nuestro alcance

Soñemos que no es un sueño, soñemos que lo nuestro es real… soñemos que lo nuestro es un sueño eterno… soñemos juntos amor.

viernes, 12 de octubre de 2012

Cierra puertas

Cierra algunas puertas, no por orgullo ni soberbia, sino porque ya no llevan a ninguna parte.
Paulo Coelho.

                                                 

Acabo de leer esa sabia frase, y no he podido por menos que entristecerme. Aquel que en su día pensé que sería mi camino y mi destino, hoy se ha tornado en un estrecho, oscuro y angosto sendero, rodeado de árboles secos, obstáculos y sin final...
Me siento tan desvinculada del que fue mi hogar en mi corazón que me siento de tierra de nadie. Un emigrante allá donde voy. Y pensar que era feliz, que sólo era feliz allí. Y pensar que me puede más el dolor. Y lo malos recuerdos. Y pensar que se me amarga la boca sólo de pensar en volver.
Cierto es que creo que debería cerrar ya la puerta, pero algo dentro de mi me lo impide, al menos, debo poner una puerta con mirilla.

Espero que sea un hasta luego, no un adiós.

lunes, 8 de octubre de 2012

Penélope




Penélope,
con su bolso de piel marrón
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.
Penélope
se sienta en un banco en el andén
y espera que llegue el primer tren
meneando el abanico.

Dicen en el pueblo
que un caminante paró
su reloj
una tarde de primavera.
"Adiós amor mío
no me llores, volveré
antes que
de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mí
volveré a por ti..."

Pobre infeliz
se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril
cuando se fue tu amante.
Se marchitó
en tu huerto hasta la última flor.
No hay un sauce en la calle Mayor
para Penélope.

Penélope,
tristes a fuerza de esperar,
sus ojos, parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.
Penélope
uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son muñecos.

Dicen en el pueblo
que el caminante volvió.
La encontró
en su banco de pino verde.
La llamó: "Penélope
mi amante fiel, mi paz,
deja ya
de tejer sueños en tu mente,
mírame,
soy tu amor, regresé".

Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer,
no era así su cara ni su piel.
"Tú no eres quien yo espero".
Y se quedó
con el bolso de piel marrón
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación...

domingo, 7 de octubre de 2012


 Lo que más duele de un corazón partido es no recordar cómo te sentías antes.

martes, 2 de octubre de 2012

Patatas



Si te gustan los viajes, las patatas y los enamorados, te recomiendo el blog http://travelerpotato.blogspot.com.es/
Seguro que te gustarán esos amorosos tubérculos ^^

sábado, 15 de septiembre de 2012

Padres


El mundo está lleno de buenos padres, ¿cómo los reconocemos?
Son aquellos a los que echamos tanto de menos que todo se derrumba en su ausencia.
Son aquellos que nos quieren mucho antes de que hayamos llegado.
Son aquellos que vienen a buscarnos cuando no encontramos el camino de vuelta a casa.
Sí, el mundo está lleno de buenos padres, y los mejores son los que hacen que las mujeres de su vida se sientan buenas madres.

Mujeres desesperadas

sábado, 1 de septiembre de 2012

Te vas.

Ya te has ido y apenas me ha dado tiempo a disfrurtate.
Llegas ligero como la niebla, y sin embargo tu luz es única.
Tienes un brillo especial. Me haces sentir viva y especial.
Y sin embargo, ya te has ido. Sin dejarme despedirme, sin ni siquiera un hasta pronto.
Sé que este momento llegaría, es inevitable.
Debes irte, pero no puedo evitar desear que te quedes aquí para siempre, a mi lado, dándome tu calor.
Me encanta como me abrazas por las mañanas, y sentir tu aliento por las noches.
Y apenas he tenido tiempo para disfrutarte.
Te echaré mucho de menos, no lo dudes.
El único consuelo que me queda es saber que volverás puntual, como siempre lo has hecho, dentro de 9 meses. No te preocupes, te esperaré, querido verano.


jueves, 23 de agosto de 2012

¿Qué te puedo contar sobre él?

Te puedo decir tantas cosas...
Como que desde que llegó a mi vida otra luz ilumina mi camino.
Como desde que le conocí tengo una esperanza más.
Como que aunque no sea mi salvador, es mi alegría.
Como que sólo me siento completa a su lado.
Como que sólo verle sonreír me hace enteramente feliz.
Como que prefiero sufrir yo a verle afligido.
Como que siento que el mundo sin él sería un lugar horrible.
Como que quiero amarle toda mi vida.
Como la manera tan especial en la que sus dedos abrazan los míos.
Como que me encanta el hueco de su pecho en el que duermo casi a diario.
Como que por él siento algo tan profundo que no sé ni de donde saco tanto amor...
Como que mi corazón, por típico que suene, late por él.
Como que estoy totalmente enamorada.
Como que en casi todos mis momentos felices, está él.

sábado, 18 de agosto de 2012

Sólo puedo mirarte


Y aquí estás, después de tantas dudas, de tantas lágrimas, de tantas esperanzas, de tantas horas, de tanta incertidumbre…

Estás aquí y todo lo que pensaba decirte se esfuma en mi garganta antes de llegar a mis labios… Parezco idiota, tanto tiempo esperando este momento y sólo soy capaz de mirarte, de mirarte y quererte con toda mi alma, y sólo hace unos minutos que te conozco, o igual te he conocido toda mi vida.

Sé que eres parte de mi, que daría la vida por ti si fuese necesario, que te protegeré del mundo y de ti misma cuando lo necesites, que te querré siempre… Y aún así sólo soy capaz de mirarte.

Al fin estás aquí, no sabía cómo sería, pero me siento tan bien ahora que te tengo entre mis brazos, ahora que te pongo cara, que me reflejo en esos ojos. Sólo soy capaz de sentir amor y mirarte.

Sé que esperas más de mí, que sea capaz de decir las palabras oportunas, te prometo que aprenderé a hacerlo. Te diré palabras de consuelo, de ánimo, de amor, y a veces de enfado, pero siempre con amor. Pero te pido que esperes, ahora sólo soy capaz de mirarte.

Sí, mi pequeña, aquí estás, y aquí estoy yo, a tu lado, como siempre lo estaré. Tienes que saber que aunque no me veas, siempre estaré ahí para ti. Y ahora sólo soy capaz de mirarte y sonreír.


Te quiero mi niña.

Fdo: Mamá.

lunes, 6 de agosto de 2012

Lo siento



Perdóname pequeño.
Perdona por todo el dolor que mi raza te ha causado.
Perdona por haber visto tu soledad y no haberla remediado.
Perdona por encontrarte y no darte un hogar.
Perdona por darte falsas esperanzas de la felicidad recuperada.
Perdona por no haber hecho todo lo posible por ti.
Perdona por haberte dado la espalda.
Perdona por volver tarde a por ti.
No puedo pedirte que esperes, solo te pido que sobrevivas.
Lo siento pequeño, volveré.

domingo, 17 de junio de 2012



"La vida no acaba nunca.
Buenos, acaba en un momento determinado,
pero a partir de ahí sólo es problema de los que se quedan"

martes, 5 de junio de 2012

Planta un arbol

Viendo el blog  http://palanganavieja.blogspot.com.es/ y la iniciativa que sigue, me ha dado envidia, y me uno. :D

Tiendeo - ofertas catálogos y folletos - menos papel!

domingo, 3 de junio de 2012

...



He perdonado errores casi imperdonables, he intentado sustituir personas insustituibles y olvidar otras inolvidables. He hecho cosas por impulso. Me he decepcionado con personas que nunca había pensado que me decepcionarían, pero también he decepcionado a otras. He dado abrazos para proteger a alguien del mundo. Me he reído cuando no podía, he hecho amigos eternos, he amado y he sido amado, pero también he sido rechazado, he sido amado y no he amado. He gritado y saltado de felicidad, he vivido de amor y he hecho juras eternas, me he caído muchas veces. Me he enamorado de alguna sonrisa. He pensado que me iba a morir de tanto echar de menos y no lo he hecho, he tenido miedo a perder a alguien que creía conocer, lo he perdido y no me ha importado. Pero he vivido, y todavía vivo y seguiré viviendo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Culpa



Sara se torturaba cada día con el mismo pensamiento “¿Por qué?” No podía con la culpa que la comía por dentro, con la sensación de traición que le inundaba. Y todo por aquella noche.
Sara llevaba casi cinco años con Raúl y lo quería con locura, pero aquel día después de salir de trabajar se encontró con Carlos, al que había dejado hace siete años. Se pararon a hablar y recordaron viejos tiempos en un pub. Tras la última copa él se ofreció a llevarla a casa. Y una cosa llevó a la otra. Subieron al piso y allí se besaron, primero un beso tímido, y después sus manos se fueron desnudando tras una capa de vergüenza y recuerdos. Sara recordaba cada centímetro de su piel, el calor que desprendía su cuerpo, y esa noche se perdió en el pasado.
Lo habían dejado hace mucho tiempo, tuvieron algo bonito, pero se acabó. Cada uno tenía su camino y no iban a la par. Raúl era el amor de su vida, no comprendía cómo había podido hacerle algo así, pero esa noche… no era ella.
Se despertó y vio a Carlos dormir a su lado, y se horrorizó por lo que habían hecho. “Carlos, despierta, está mal, ¿qué hemos hecho? Tú tienes a Marta, y yo a Raúl, no sé que ha podido pasar” Mientras él se levantaba le contestó “Sí, está mal, pero yo no aguanto más  a Marta, lo nuestro no tiene solución” No sabía por qué, pero una parte de Sara se alegró, no soportaba a Marta, en su opinión era una zorra “Pero lo mío con Raúl es distinto, le quiero” “Entonces ¿por qué lo has hecho?”

Eso mismo se preguntaba cada día desde entonces, como pudo traicionar el amor que sentía, tanto tiempo que había dedicado a cuidar su relación, a hacerle feliz… y ahora eso.
Cada vez que le miraba a los ojos, cada vez que le besaba se sentía una traidora, pero le quería tanto… 
No era capaz de decírselo para no herirle, pero no era capaz de callarse por los remordimientos…

Y tú, ¿qué harías?

domingo, 6 de mayo de 2012

Sueños

Quiero hacer fotos.

NECESITO hacer fotos.

domingo, 22 de abril de 2012

Que solo quiero

Llenarte los bolsillos de guerras ganadas,
se sueños e ilusiones renovadas.

sábado, 21 de abril de 2012

Futuro

¿Sabes? antes que decir "llevamos una vida juntos" prefiero "nos queda un futuro juntos".
En estos 26 meses y 21 días juntos has hecho que te quiera cada día más, más de lo que pensaba que se podía querer a alguien, y...¿sabes otra cosa? Nos queda toda la vida para descubrir el mundo, para encontrar más bufets libres, para ir a todas las playas que queramos, irnos de safari a África (pero sin cazar elefantes :D) para sorprenderte, para que me despiertes con esos besos que me encantan en el cuello, para dormirme en tu hombro, para pasear de la mano, para no para de reir juntos, para apoyarte en cada momento...

Nos queda toda una vida (si no más) para amarnos, como mínimo, como ahora lo hacemos.
Te quiero mi vida.