Un gran vacío llena mi alma, una gran ansiedad inunda mi calma.
Lo que antaño era seguro ahora se tambalea bajo mis pies sin camino.
Mis ojos, antes claros y brillantes, se han vuelto oscuros y apagados.
Mi voz se ha quedado sin fierzas de pedir una ayuda que nunca llegó.
Todo lo que me costó tanto construir se ha desplomado ante mis ojos.
Y aquí estoy. Sin nada. Sin nadie. Sin mi.
jueves, 28 de julio de 2011
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