Feliz Navidad

Y cada día echaba un poco más de menos aquello que se fue, aquellos que la dejaron en su camino.
A veces pensaba que se gastaría, que de tanto añorar acabaría desgastándose, y no le parecía tan malo. Dejar de extrañar, de arrepentirse, de odiar. La verdad, no le importaría acabara así, y pronto.
Estaba cansada de intentar ser lo que esperaban, lo que los demás querían ver.
Ser la amiga que a ellos les gustaría ser, la estudiante ejemplar, la chica perfecta.
Pero para ella sus pequeños defectos eran buenos, eran lo que le hacía ser como era, un poco loca, con la verdad por delante, ella.
No era siempre como a ella le gustaría, a veces era un poco impetuosa, pero igual que a quien quería le quería con todo su corazón, a quien odiaba, lo odiaba con todas sus fuerzas. Y eso consumía.
Pero así era ella. O lo aceptaban o no. Pero no iba a cambiar a estas alturas.
Igual que tenía muchas cosas por las que arrpentirse, también tenía muchas de las que enorgullecerse y sobre todo por las que dar las gracias. Por ejemplo, por unos amigos estupendos que a pesar de ciertos roces, siguen a su lado y que ella no cambiaría. Por su chico, el que le da fuerzas para seguir cuando ya no las tiene, el que le seca las lágrimas, el que la ama con toda su alma...
Por su familia, por sus bichitos, que la alegran cada día...

Y cuando piensa por lo que tiene que dar las gracias, piensa que desvanecerse no sería lo mejor, pues lo mejor es intentar que ellos piensen que por ella tienen que dar gracias.

Por vosotros chic@s,
Feliz Navidad